¿Primera reunión de los Varia? (Libre)

Para la suerte del arcobaleno de la niebla, la sala común de la mansión de los Varia estaba completamente sola, el silencio era lo único que reinaba en toda la sala, hecho que hizo que una sonrisa de satisfacción cruzase su oculto rostro.
Se encontraba en la elegante puerta de roble que daba la bienvenida a la sala, miro a su alrededor, cersionandose de que era real aquello, aunque era imposible que fuese una ilusión, pues el único ilusionista en aquel lugar era él.

Cuando estuvo seguro, con paso lento pero seguro paso al interior de la silenciosa sala, aun con aquella sonrisa en los labios. Una vez allá dentro de unos de los bolsillos de su larga túnica negra saco un enorme fajo de billetes verdes; eran dolares y a decir por su aspectos, estos apenas habían sido usados.

- Adoro los billetes nuevos... - susurró en su soledad ensanchando la sonrisa mientras contemplaba aquellos papeles tan valiosos como si de un niño pequeño con un caramelo se tratase.
Y así fue como comenzó a contar aquellos adorados billetes, uno a uno, incluso manejandolos con cariño, para Mammon, como le gustaba ser llamado en aquella mansión, lo que tenía entre las manos en aquellos momentos era lo más valioso, bueno eso, y todo los objetos de valor que tenía bien guardados en su habitación personal.

-VROOOOOEIII!!! - Entró a la sala de reuniones dando una fuerte patada a la gran puerta, la cual crujió abriendose de par en par. Estaba de muy mal humor - para variar- y había convocado a todos los pertenecientes a la élite a una reunión de extrema importancia ese día y para su sorpresa, al llegar allí, no había nadie. O Sí...al fondo pudo entrever una figura, parecía que el codicioso arcobaleno se encontraba allí, manoseando como siempre un fajo de billetes.

Cruzó la sala hecho un manojo de nervios, con expresión furiosa, acercandose al encapuchado, pero antes de llegar a él, sonó el intercomunicador que llevaba en su oreja derecha.-¿ Qué? Luss?! ¿ Dónde demonios están todos?! - Se hizo un corto silencio en el que la vena de la frente del albino aparecio resaltaba, como si fuese a reventar.-VROOOOEEI!! Me da igual que Levi y tú tengan hoy el día libre! Los he convocado aquí para una reunión urgente y ...Luss? Lussuria!! - La comunicación se cortó, seguramente porque el experto en artes marciales de los varia quiso, para no soportar los gritos del espadachín.

-ARGH! Maldita sea! - Se quitó el comunicador, estampandolo contra el suelo de mala manera y malhumorado , se sentó o más bien se dejó caer en el "trono" del jefe, subiendo las piernas a la mesa y cruzandose de brazos, ignorando ahora por completo al arcobaleno al estar sumido en un berrinche con tintes infantiles...odiaba que nadie le hiciese caso.

Su expresión de felicidad desapareció cuando escucho el inconfundible grito del espadachin albino, '¿Qué hice para merecer esto?' se preguntó al verle entrar hecho una furia, como siempre, al interior de la sala.
En completo silencio escucho lo que se supone que era una conversación con Lussuria, al menos le había nombrado así que debía de ser él quien estaba al otro lado del comunicador, pero la conversación se trunco y la reunión que Squalo había querido tener con todos se había ido en pocos segundos por el retrete.

Guardo de nuevo el fajo de billetes en el bolsillo de la túnica y con expresión burlona se le quedó mirando, realmente el albino no podía saber si estaba o no mirandole, pues los ojos del arcobaleno estaba ocultos, pero por el movimiento de su cabeza era de suponer que estaba haciendolo.

- Iare, parece que la reunión familiar que planeaste se ha cancelado. - dijo con su peculiar tono burlesco, quitandole importancia al asunto, porque igualmente, aunque estuviese dentro de los Varia, Mammon siempre iba por libre. - ¿Qué piensas hacer ahora, Squalo? - preguntó como si le interesasé por el simple gusto de reirse del enfado ajeno.

Se quedó callado, así como estaba, con los pies sobre la mesa, cruzados y os brazos cruzados a su vez sobre su pecho, no llevaba esa vez ni siquiera su espada, pero claro, aquello se suponía que iba a ser una reunión y como era de esperar, los otros intengrantes de la élite habían pasado olímpicamente de hacerle el menor de los casos. Aquello era tremendamente injusto, se suponía que él era el segundo en cuando a cargo de importancia allí adentro ( despues de Xanxus, claro ) y en asusencia de este, debía ser obedecido por los otros oficiales, y así era, claro tratandose de rangos bastante inferiores...pero aquellos seis, de verdad que conseguían hacerle rabiar en demasía.

Miró de reojo al arcobaleno, al menos él si se había dignado a aparecer y aún no tenía noticias de Belphegor, por lo que aún cabía la posibilidad de que el rubio apareciese de pronto por allí, no sería raro, como casi todo los varia, también hacía siempre lo que se antojaba.- Esperaremos un poco más.- Le dijo sin más, ya mas calmado, su voz sonaba seria y tajante, pero ya no bramaba como solía.

Resopló y se estiró allí, acariciando de un modo curioso los brazos de aquella silla que más parecía un trono que otra cosa, imaginando las posibilidades, posibilidades que siempre estuvieron allí y que prefirió ignorar en el pasado, pero con el paso del tiempo ya no tenía por qué verse limitado ni presionado por nadie que le mirase desde arriba.-Dime , Viper...¿ Y si hubiese un cambio en la dirección de Varia? - Le cuestionó dejando la pregunta en el aire y sin añadir nada más, no quería revelar aún sus intenciones.

Realmente le sorprendió ver aquel cambio de actitud, pasar tan rápidamente de aquel estado de furia y enfado a, de golpe, estar completamente tranquilo. Aunque no era la primera vez que veía esos cambios drasticos en el albino, los había vivido en otras situaciones, pero le seguía sorprendiendo lo extremista que podía llegar a ser.
También se mantuvo en silencio, serio y sin moverse ni si quiera un milimetro de la posición en la que se encontraba, le oyó decir que esperarán un poco más; a decir verdad, el arcobaleno estaba allí de pura casualidad, si alguien le hubó avisado de que tenían reunión o no se había enterado, ya que las cosas que no tienen que ver con algo de valor económico las olvida o que simplemente se le olvido, opción más que probable.

No respondió solo volvió a mirar hacía el frente, que para su suerte estaba un enorme ventanal desde el cual se podía ver el hermoso y amplio jardín de la mansión. No era muy amante de la naturaleza, pero la respetaba, y respetaba aun más aquel jardín porque sabía que solo por pertenecer a la mafia y a la mansión su valor en el mercado era enorme, y no quería ver algo tan caro destruido.
AL oir como le llamaba por su nombre original, frunció el ceño, aunque no podía verle y giro la cabeza nuevamente hacía Squalo.

- Mi nombre en los Varia es Mammon - dijo en un tono seco y borde, para luego suspirar molesto. - ¿Si hubiese un cambio de dirección? Hmm, eso sería imposible, el Jefe nunca dejaría que nadie le quitase el puesto, y tú eres quien menos podría quitarselo. - el tono seco había desaparecido, pero aun continuaba hablando bastante borde, cosa normal, por lo que quería decirse que no estaba enfadado.

Volteó el rostro mirandle de arriba a abajo cuando este se encontraba de espaldas, tenía razón, Mammon, Sí, pero viendole así de alto parecía una persona completamente diferente y le costaba un poco asociarlo a la identidad del pequeño arcobaleno codicioso.
Se encogió de hombros y resopló, todos allí tenían en muy alta estima al jefe y eso le hatiaba, después de todo, Xanxus no hubiese llegado a ser el cabecilla del escuadrón de no ser por él, pero claro, ese tipo de cosas no era una información que estuviese al alcance de todos.

-EL Jefe no está.- Dijo simplemente, volviendo a posicionarse bien en el trono.- Y Yo soy el más indicado en ocupar el puesto en su ausencia...además, no sabemos si piensa regresar o si sigue con vida.- Zanjó el tema de ese modo, para él estaba claro. Hacía ya dos semana que Xanxus se había largado sin decir a donde, no respondía al teléfono movil y no se había llevado el comunicador.

El pelinegro nunca había sido precisamente un gran jefe a su parecer, demasiado mal humor, demasiado caprichoso y siempre desatendía sus obligaciones, dejando que se acumulase un papeleo en su escritorio que siempre terminaba por ordenar el mismo Squalo asi que ¿ por qué no sustituirle? Estaba seguro de que las cosas irían mucho mejor para todos con él en el mando.

Ciertamente Squalo tenía algo de razón, Xanxus no es que fuese un jefe modelo, era un tipo rudo y caprichoso, incluso más que el propio arcobaleno, pero al fin y al cabo era el jefe e increiblemente los Varia le respetaban, incluso él mismo lo hacía a pesar de decir que iba por libre, quizás era por la presencia que tenía o por cualquier otra cosa que no tenía ganas de pensar, sea como fuese Xanxus era el jefe.

- Dudo que este muerto, siempre hace lo mismo, se marcha y cuando le da la gana vuelve. - Y así era siempre todos, se iban y volvian cuando les parecía oportuno, no sabaía porque ese interés del espadachin en sustituir al jefe - Siendo sinceros, Squalo, aunque seas el más indicado para ocupar el puesto, nunca lo obtendrás, así que deberías de dejar de soñar con eso. -

Tras acabar de hablar se levanto y camino, como era ya común en el encapuchado, de forma lenta. No deseaba seguir escuchando los sueños frustrados de Squalo, suficiente tenía ya con sus propios problemas como para que encima tuviese que andar de psicologo de aquel tipo.
Salió al enorme balcón que iluminaba la sala común, un balcón al que solía salir mucho, principalmente porque allí parecía que los demás no querían salir.
Camino hasta la baranda, donde apoyó la mano derecha una vez que llegó frente a esta, afuera en el jardíin todo estaba tranquilo, vio a los soldados más inferiores haciendo una guardia inútil a las puertas de la mansión; 'Pobres infelices, se creen que eso servira de algo si viene un enemigo', pensó, antes de dejar la mente en blanco para logar relajarse.

Aquella respueta por parte del pelipúrpura le molestó bastante, ¿ Soñando ? él no estaba soñando con nada! Ya era hora de que las cosas comenzaran a funcionar por ahí y estaba más que harto de que no se le respetase como era debido. Al verle irse tan fresco, el albino apretó los puños, intentando controlar su propio orgullo , que le hacía enojarse con demasiada facilidad, pero bien visto, aunque todos los varia le resultaban bastante molestos, no recordaba haber tenido problemas anteriormente con Mammon.

Se levantó, molesto y apartando el pesado trono se acercó a donde el mayor estaba, posicionandose en el marco de la puerta con los brazos cruzados, y mirandole seriamente, pero calmado dentro de lo que cabía.-Pues si no te gusta, ya sabes donde está la puerta. Sea yo el jefe o no, sigo estando en un rango superior.- Y tenía razón en parte, puesto que Mammon era un arcobaleno después de todo, pero mientras siguiese afiliado a Varia, esa era la norma.

Há, acababa de volver de su ''cacería'', había olvidado completamente que tenían una reunión, ya que sus instintos de asesino eran primarios para él, y podía estar ocurriendo una catástrofe en el castillo que si estaba disfrutando de sangre ajena, no iba a volver. Su sonrisa era grandiosa, las mangas de su chaqueta manchadas de sangre y aún con los cuchillos en las manos por si acaso... quizás se le cruzaba despistadamente un criado, nadie notaría la diferencia si matara a uno de los miles y miles que había en el ''hogar''. Ignoró a los guardias de las puertas, para Belphegor eran puras estatuas inertes que no hacían nada.-Ushishi...- reía mientras entraba por las puertas, sus pies se dirigían a la sala común, quería tumbarse en un sofá, e ignorar a todos durante unas cuantas horas. No tardó mucho en llegar a su destino, abrió las puertas y sorprendentemente vió a Squalo allí, en esa sala... con la cara esa de que cualquier día le da una úlcera, estaba cansado, y hasta de forma increíble pasaba de molestarle y escucharle gritar.-Y el príncipe ya llegó.- comentó finalizando su caminar y tumbándose sin ninguna pudor en el sofá, de manera despreocupada.
Notó que había otra presencia, pero pasó de prestarle antención.

Iba a contestar cuando una nueva presencia altero la casi inexistente paz, 'Quien faltaba'; pensó mientras se volteaba a mirar hacia el interior de la sala y alzaba un poco la capucha de su túnica, dejando ver sus ojos. En escasas ocasiones los dejaba ver, estos eran bastantes grandes para ser los de un hombre de su edad y de un color similar al de su cabello, no por tener unos ojos, quizás podria decirse que infantiles, iban a dejar de ser amenazantes, apenas clavó aquella mirada, volvió a bajar la capucha y a mirar a Squalo.

- Sabes de sobras las razones por las que me encuentro con los Varia. - dijo a Squalo para luego apartar la 'mirada' de él y volver a fijarse en el el jardín. - Además, necesitais un ilusionista en las filas de los Varia, soy necesario. -

Tras ello no dijo nada más, se quedó en completo silencio y como solía hacer en muchas ocasiones, metió la mano por la túnica y agarro con fuerza el pacificador que tenía colgado al cuello, hacía ya un par de años que había dejado de esconderlo, de tenerlo atado con aquellas cadenas para que los demás arcobalenos no le descubriesen, pero al final lo hicieron, así que ¿Qué conseguía teniendo su mayor porder oculto? Nada bueno, seguro.
Después de tanto tiempo hubo aprendido como sacarle provecho a aquella maldición que tenía encima y la cual por suerte comenzaba a desaparecer, dandole su aspecto original.

¿ Cómo decirlo? No lo estaba echando de Varia, simplemente ya no quería verlo más en lo que restaba de día y con ese pensamiento y viendo que seguramente aquella reunión tendría que ser aplazada hasta que los demás se dignasen a aparecer, se dió media vuelta, apretando los dientes y maldiciendose por no haber llevado consigo su espada, y al volver a entrar a la sala desde la terraza, se encontró con Belphegor tirado en el sofá.

- QUé?! Tú tambén habías olvidado lo de la reunión de hoy?!- Malhumorado se posicionó a un lado suyo, cruzandose de brazos, y mirandole molesot, desde arriba.-Te informo que hasta el regreso de Xanxus tomo el mando de varia. - Le dijo tajante dandose media vuelta con expresión asqueada al ver sus mangas ensangrentadas, ¿ Es que ese crio no sabía matar sin hacer un desastre? Y se encaminó a la salida, dando un fuerte portazo al salir, ya informaría a los demás en cuanto regresasen.

Escuchó la voz del arcobaleno de los Varia, suave y calmada, irritante también, como siempre. A continuación la voz malhumorada del peliblanco le taladró la cabeza, procesó las palabras en su cerebro y las recibió como información inútil.-Ushishishi... Graciosa broma.- bostezó mientras se incorporaba y veía marchar a Squalo, siendo estruendoso como siempre, hasta sin gritar tenía que llamar la atención. Cansado y aburrido, salió a la terraza junto a Mammon.
-¿Que tal ranita?- acostumbraba a llamarlo así por el ''bicho'' que casi siempre tenía el arcobaleno en la cabeza. Lo más parecido que tenía a un amigo en ese lugar era el chico que había crecido con peligrosidad... indudablemente le prefería de pequeño, aunque seguía igual de irritante que siempre.

Se apoyó en la terraza, estaba muy cansado, asesinar era un ejercicio duro y placentero para Bel, aún podía recordar los gritos de esos hombres que había asesinado, y esas palabras que suplicaban piedad que no fue dada... Realmente divertido, para un asesino.

Parece ser que en aquel día no iba a poder disfrutar de un rato de paz y tranquilidad pensando, quizás, en que gastaría su dinero o simplemente sin pensar en nada en particular, tampoco es que tuviese muchas preocupaciones a lo largo de su día a día.
Cuando el muchacho rubio se colocó a su lado y le habló se pensó sin contestarle o no, pero debía admitirlo, y aunque no quisiese tener relación con nadie, Belphegor era lo más parecido en términos generales a lo que sería un 'amigo'.

- Intentando huir del ruidoso Squalo, parece que se marcho en busca de su cuchillo. - dijo con total tranquilidad, apoyandose en también en la baranda de la terraza.
Una suave brisa hacía ondear la ropa de ambos, en especial su túnica, que provocaba un sonido, que al menos al arcobaleno le relajaba de forma notoría.
Agacho la cabeza de forma que nuevamente, se dejaba ver su rostro a duras penas.

- Ese molesto idiota se piensa que puede ocupar el lugar de Xanxus, pero esta muy equivocado...- comentó como si del tiempo se tratase.

Sonrió al ver la critica despiadada del mayor-Ushishishi... Podría ser divertido, y si no hubiera aparecido Xanxus, hubiéramos tenido a Squalo desde siempre. Y estaríamos todos histéricos- opinaba el príncipe. Dio un poco elevado salto, y se sentó sobre la barra, zarandeando los pies como un niño pequeño.-Aunque, digo yo que Xanxus ha de volver...-

Por un momento, imaginó a Squalo como jefe e intento también visualizar los cambios que habrían, en realidad, seguiría siendo el mismo de siempre, quizás tuviera un poco más de respeto por parte de todos pero de parte del príncipe, ni en sueños... le divertía demasiado escucharle gritar o ponerse violento, y teniendo en cuenta el carácter masoquista del príncipe y a la vez sadomasoquista, llegaba a ser placentero. Se lo imaginaba como Xanxus, sentado en un enorme sillón, siempre sentado, sin mover el maldito trasero... aunque teniendo en cuenta el nerviosismo de un personaje como Superbi Squalo, no sería posible.

-Ushishi, después de todo, sería extraño...- alzó la cabeza, mirando al cielo. Le habían entrado ganas de bañarse... tenía sangre seca por el cuello y por las manos también, y se notaba sucio

Prefería no hacerse a la idea de como sería sus vidas si tuviese que seguir las ordenes de Squalo, no era muy agradable pensar en ello, asi que agitó la cabeza un par de veces, ocultandola más en su capucha.

- No realmente no me agrada hacerme a la idea de tener a Squalo, no sabría manejarnos, es bastante inépto. - murmuró mientras observaba de reojo al chico rubio, vio que tenía sangre ya seca en el cuello y en las manos, así que rápidamente supo que había estado 'divirtiendose'. Esa era otra de las cosas que Mammon no entendía del rubio que se autoproclamaba rey, ese gusto por el sádismo.
La idea flotó unos segundos por su mente, luego de eso se desvaneció como si de el humo de un cigarrillo se tratase, no iba a perder el tiempo en pensar los porques de aquella afición del muchacho por muy ''amigo'' suyo que fuese.

Se incorporó un poco de la baranda donde estaba apoyado, el sol les daba de pleno, pero no hacía calor, así que se estaba perfectamente alli a pesar de estar a pleno sol, imitando la acción de Bel, miró al cielo un segundo agarrandose la capucha pues sino esta caería hacía atrás y lo último que quería era que le viese el rostro por completo. Enseguida miró al frente de nuevo.

- En cuanto vuelva Xanxus a Squalo se le esfumara la idea de ser Jefe... - y fue lo último que dijo antes de volver al interior de la sala común.
Al entrar se dejó caer en uno de los elegantes sillones que la sala poseia, de piel negra y detalles en madera; 'Carisimo' pensó el arcobaleno con una sonrisa apenas visible en sus labios.
Aunque no le viese nadie, cerró los ojos y se relajo, dejando caer la cabeza hacía la derecha, apoyada en el respaldo.

Le hacía gracia que su compañero fuese tan criticón, si Squalo se enterara de todas las cosas que dice el pelioscuro sobre él, seguro se vengaría de la manera más... violenta posible.-Pero en cambio, aunque sea inepto según tú, esta sobre ti.- contestó, no defendiendo al tiburón, sino queriendo picar al arcobaleno. Como el príncipe no quería quedarse solo, también entró detrás del mayor, y espero a que se sentara para acercarse por detrás y tirarle de la capucha hacia abajo.-Ushishishi ¿Tantas ganas tienes que vuelva el jefazo?- con una sonrisa pícara estiro con toda la fuerza que le permitía su cuerpo de adolescente poco desarrollado.

-¿Le echas de menos y a mi no me has echado de menos?- se dedicaba a revolverle el pelo sacudiendo la capucha con sus manos.-Algún día podrías dejar ver tu cara, tú príncipe te lo ordena.- hablaba la persona que no dejaba ver sus ojos para nada en el mundo. Seguía tratando como un crío a Mammon, no se acostumbraba a la idea de que ahora fuese mayor... y con mucha diferencia. Por lo menos, ahora se le veía pelo.

Él que quería estar tranquilo sin que el rubio le diese más conversación, este entró después de él, continuando con la conversación; ciertamente no echaba de menos a Xanxus ¿Quién podria echar de menos a un tipo como ese? Bueno, quizás el idiota de Squalo, quien sorprendia a todos con sus cambios de humor y de ideas.
Fue a contestar al muchacho, pero se vio sorprendido al notar como este le tiraba de la capucha hacía abajo, por lo que molesto, de un golpe bastante bruscó, le propino un golpe en la mano, no muy fuerte, pues la fuerza en Mammon no era exactamente lo que más le sobraba, pero lo suficiente como para hacerle entender al rubio que aquello que estaba haciendo era muy molestó y si continuaba se enfadaría aun más.

Se levanto, con la esperanza de que parase, pero en el movimiento que hizo la capucha cayese del todo y dejase su rostro a la luz volviendose hacia Bel en esos mismos instantes.

- ¿Cómo podría echar de menos a alguien como tú? -dijo en un tono bastante molesto, frunciendo el ceño, ahora la expresión de su rostro se podía ver.
El rostro del arcobaleno realmente no correspondía mucho al de una persona de la edad que tenía, y si se miraba de reojo, ni con su sexo. Poseia unos ojos celestes bastante grandes pero rasgos, los cuales estaban entrecerrados mirando con cierto odio al Varia rubio, su piel era blanca, se notaba que el sol no le había dado en muchos muchos años.

Solo dejo a la luz su rostro apenas unos segundos, casi lo que duró la frase en salir de su boca, se colocó de nuevo la capucha y se sentó en otro sillón apartado de él.

- Así que deja de decir idioteces, yo no echo de menos a nadie ni a nada que no sea el dinero. -

-Ah... que cruel eres conmigo, arcobaleno.- gruñó el príncipe, mirándolo con su sonrisa permanente que pocas veces se le marchaba de la cara. Se frotaba las manos también, haciendo como si le hubiese dolido el golpe en la mano, se sentía regañado como un niño pequeño y le molestó.-Eras más majo con unos cuantos años menos.- le sacaba la lengua, de forma infantil, era aburrido molestar a Mammon... él no soltaba gritos y se ponía violento como el tiburón.
Su sonrisa se ensanchó (si se podía claro), cuando vio durante unos efímeros segundos el rostro del mayor, que parecía una... niñita.-E aquí todo un señor.- se sentó en el sillón que antes había estado ocupando el mayor, estaba orgullosos de si mismo de haberle podido ver el rostro al mayor, en cierto modo, era horriblemente y odiosamente adorable... a ver si venía Squalo ya, joder.

Se estiró en el sillón, dejando las piernas caer y la cabeza echada hacía atrás, aguantándose la corona con una mano y el flequillo, para que no se le descubrieran sus misteriosos ojos.-Yo sé que en realidad te diviertes conmigo, ushishishi.- el príncipe se estaba cansando de esperar al espadachín, si tardaba cinco minutos más es que se marchaba a bañarse y a dormir, que ya estaba harto, hombre ya.... ¿Vendrían Lussuria y Levi? era una reunión que casi nadie sabía de eso, por lo menos el rubio no recordaba esa reunión así tan de repente.

-Me aburro.- bostezó largamente... era capaz de dormirse en ese mismo momento, y con esa postura.

La puerta volvió a abrirse estrepitosamente y de par en par por una fortísima patada del albino, quien volvía a hacer acto de presencia en la sala, portando ahora sí su espada y algo más: En las manos llevaba dos enormes pilas de papeles, uno encima del otro, tanto así que no pudo usar las manos para abrir, y de hecho, ni siquiera se le veía la cara detrás de los papeles.

-Vrooooeii! Par de vagos!! - Les bramó, dejando las montañas de papeles sobre la mesa, aquel era todo el trabajo que se había ido acumlando sobre el escritorio de Xanxus, desde que se había ido y era trabajo pendiente que alguien tendría que hacer, fuese agradable o no.- Venga!Hay qe ordenar todo esto por fecha y llevarlo a los archivos!- Los apuntó con la espada, amenazante, ya que no le querían como jefe - aunque fuese de jefe sustituto- al menos que echasen una mano, para variar...si es que querían cobrar ese mes.

- Nunca he pretendido ser agradable con nadie, no me hace falta serlo. - contestó al muchacho rubio que se autoproclamaba rey al oirle decir aquello. Y era cierto, Mammon nunca quiso la compañia de nadie más que él mismo, en su filosofía de vida solo existia él y el dinero.
Tampoco se divertía con él por mucho que lo dijese, simplemente había coincidido que durante el tiempo que estuvo siendo más pequeño fue él con quien paso más tiempo, solo eso.

De repente un golpe sordo que provenia de la puerta distrajo sus pensamientos, por lo que volvió la cabeza y vio al espadachin. 'Así que por eso es a lo que ha ido el albino, ¿eh?' pensó el arcobaleno al ver la enorme montaña de papeles que este traia consigo. No estaba en sus planes ponerse a trabajar y menos a la fuerza, el día de hoy lo quería para pasarlo sin hacer nada en absoluto, además de que dudaba bastante de que, a pesar de ser el segundo al mando, por que Squalo lo dijese no iban a dejar de pagarle.

- ¿Por qué estas tan seguro de que vamos a hacer ese trabajo que debería hacer tú? - pregunto sin moverse apenas del lugar que ocupaba sentado.

Iba a contestar a Mammon con una de las suyas pero Squalo les interrumpió, automáticamente se puso bien porque en esa postura le pillaba mucho en baja guardia, pero casi que tuvo ganas de volverse a tumbar cuando vio esa montaña de papeleo, que sin duda era significado de aburrimiento.-¿No podríamos simplemente quemarlo todo? Somos asesinos, no...no...abogados.- en su rostro se formó una mueca de asco cuando imaginó el simple hecho de ordenar todo es que le entraba más sueño de golpe y todo.

Hacía mucho tiempo que no hacía un trabajo parecido, y no había ningunas ganas. Se levantó y se puso al lado de Squalo.-¿Les reservaremos papelitos a Lussuria y a Levi verdad? Ellos ni siquiera se presentaron, deben tener más trabajo, ushishishi.- a ver si con esas palabras conseguía liberarse a si mismo de un trabajo pesado y aburrido.-Ushishishishi...- se quitó la chaqueta manchada de sangre y la dejó en el sillón que antes había estado sentado, para no manchar nada.-A un príncipe nunca se le ha de dar trabajo.- comentaba muy indignado, y sacandole la lengua al peliblanco. Era el menor del salón, pero ¿y qué? era superior por su rango de príncipe.

Los ignoró, los ignoró porque de otro modo se liaría a espadazos con ambos y trminarían mal los tres. No ahora debía guardar la compostura y hacerse cargo de la situación. Mientras manipulaba los informes, se le pasó por la mente, aquellos ocho años en los que Xanxus no estuvo. Durante ese tiempo, Squalo estuvo al frente de Varia y las cosas iban bien, ¿ por qué no iba a ser de igual modo ahora?
- NO deberia hacerlo yo!- Le espetaba al arcobaleno.- Es trabajo acumulado del jefe y como NO hay jefe habrá que hacerlo!- Refunfuñando, comenzaba a hacer varios montones, por un lado los de Mammon, por otro los de Belphegor y así sucesivamente con todos los hombres que iban apareciendo, así sería más facil, solo ordenarlos por fecha y archivarlos. ¿ Era demasiado?

Hizo caso omiso a las quejas de Bel, si no hacía su parte peor para él, despues de todo los cobros eran administrados a razón de los informes, si no había informes en los archivos, no se cobraba y en esas estaba cuando de entre los papeles apareció lo que indudablemente era un sobre, lacrado con un sello de cera rojo, con la estígie Vongola.
-... Una Misión.- Los miró por un momento, hacía semanas que no salían a asesinar y parecía que los informes no era lo único que se había acumulado sobre la mesa de Xanxus. Normalmente era él quien valoraba esas misiones y decidía si se hacían o no, pero a falta del jefe, el peliplata se apartó de los otros dos, abrindo el sobre y leyendo con cuidado el contenido de la carta.- Parcece que tenemos trabajo...del divertido.- Concluía finalmente.