Si Belphegor y Viper fuesen estudiantes de instituto~

Sabía que mentía descaradamente, ¿Por qué si no iba a decirle que no después de preguntarle aquello? Siempre que se preguntaba algo como aquello era para saber si el sentimiento era reciproco, pero el rubio se llevó el chasco.
No apartaba sus enormes orbes azules del rubio, ahora volvían a estar bastantes separadas, por lo que se acomodo sobre su propio costado y metió las manos bajo la almohada como le gustaba hacer siempre, adoptando una postura mucho más cómoda para el peliazul.
Más cómoda y ciertamente más insinuante, esto último no lo hacía aposta, como mucha de las cosas que solía hacer ya como acto reflejos, se coloco de esa forma sin ser consciente de que podría ser malinterpretado o que podría sentirse incomodo Belphegor.

-Ciertamente estoy algo cansado, preferiría dormir. – contestó ante la pregunta. Y no mentía. El día fue bastante ajetreado y fuera de lo normal, y si se salía de la rutina se cansaba a no ser que fuese que aquello que estaba haciendo le gustase mucho, como ir a un concierto o de viaje, y todo lo que experimento en el día de hoy no era de su agrado en absoluto.

Movió la cabeza sobre la mullida almohada y vio como el más alto se incorporaba ocultando de nuevo su rostro, una pena en cierto modo, pues esperaba verle más tiempo los ojos, para una vez que podía. Pero no dijo nada.

- ¿Por qué no le dices a tu hermano que venga con nosotros a dormir? Quizás sea más divertido. – y esbozo una media sonrisa. No conocía a Rasiel, pero viendo como era su hermano, se imaginaba como debía de ser el otro rubio, pero igualmente lo pregunto por pura eduación, a fin de cuentas el peliazul era quien estaba ocupando su parte de la cama

Esa última pregunta le dejó con la boca abierta y algo de molestia, bastante molestia.-Supongo que lo dices en broma.- la relación que tenía con su hermano gemelo no era la mejor por no decir que se llevaban bastante mal casi rozando el odio pero a veces con sorpresas de cariño que asombraban a ambos rubios, después de Rasiel era quien mejor conocía a Bel, y viceversa.-No.- contestaba algo seco. No le gustaba nada la idea, la odiaba. Imaginaba la escena y le repugnaba, ambos siempre habían tenido el problema de desear lo que el ajeno tenía y ya había causado bastantes peleas, para que ahora tuvieran que dormir los tres en la misma cama, y estaba seguro que si el mayor descubría que le gustaba Viper querría hacerse con él. Belphegor no contaba lo de la cena ya que fue como una especie de broma extraña.

-No me gusta estar con mi hermano.- se justificaba con la verdad, volviendo a tumbarse sin fijarse mucho como estaba el peliazul. Le decepcionó un poco que este estuviera cansado ya que era pronto y al rubio le agradaba bastante irse a dormir tarde cuando no había clases al día después.
Se acomodó él también, tumbándose boca arriba y con las manos hacia arriba, dejando dichas sobre la almohada ya que él no le gustaba dormir apoyado en una almohada.

-Buenas noches, supongo..- murmuró suspirando y cerrando poco a poco sus párpados, relajándose con lentitud ya que su corazón no paraba de bombear sangre con muchísima más rápidez que otros días desde que se había reunido con su 'amigo' en la estación.

No se quejó ante la respuesta negativa a su pregunta, igualmente no tenía mucho derecho a quejarse ya que se encontraba en la casa de Belphegor, así que no le quedaba otra que hacer lo que este quisiese, en ciertos términos claro esta.
Pues visto lo visto, era momento de dormir. Cuando el rubio se tumbó boca arriba sin apoyar la cabeza sobre la almohada frunció el ceño extrañado por aquella postura. Supuso que entonces la almohada medio la tenía de adorno, pero no dijo nada tampoco.

-Buenas noches. – murmuró suavemente y cerró los ojos lentamente acurrucándose un poco más sobre si mismo. Se sentía algo extrañado pues, a parte de que su cama no era tan cómoda y enorme como aquella, solía abrazar una almohada o un peluche para dormir. Desde pequeño sentía esa necesidad de abrazar algo para conciliar el sueño, aunque después de caer en los brazos del sueño lo arrojase por algún lado, hasta que no se durmiese no lo soltaría.

Algo molestó entreabrió los ojos en busca de algo que agarrar, y lo único que estaba a su alcance era las manos de Belphegor, así que sin más estiró su mano derecha y agarro la contraria, entrelazando sus dedos con los de él y dando un pequeño apretón.
Satisfecho de tener algo que agarrar, al menos, volvió a cerrar los ojos dispuesto a dormir de una vez por todas.

Sintió el tacto suave de la mano de Viper sobre la suya, agarrándole de esa manera. Se ruborizó inevitablemente pero no movió la cabeza en ningún momento para mirar al peliazul. Le resultaba algo extraño esa clase de gesto cariñoso.. ¿Por qué demonios le había tomado la mano? Viper era una de las personas más difíciles que conocía y quien más le atraía... tan masoca, como no.

Apretó la mano del otro también, sonriendo un poco. La verdad es que nadie le había tomado la mano nunca (aparte de a su madre cuando era un niño de cuatro años y a su hermano gemelo en las mismas), y quizás era por eso que se le hacía tan especial que el chico le hubiese cogido así.. ¿o se estaba ilusionando? da igual, era mejor aprovechar el momento ahora y no dejarlo escapar. Se giró un poco quedando apoyado en su costado y mirando hacia el cuerpo del otro. Haciendo caso a lo que le apetecía hacer en esos momentos se llevó la mano tomada a sus labios y besó los nudillos y después el dorso ajeno con suavidad, dejando allí la mano rozándola con los labios suavemente. Estaba contento de sentir la piel del ajeno a pesar de que fuera tan inocentemente.

Se encogió un poco buscando calor en su lado de la cama y se abrazó a si mismo con la mano libre, le iba costar conciliar el sueño debido al cambio de hora de irse a la cama, pero en fin... con tal de estar cerca del otro lo que fuera.

Ni si quiera se percato de lo que el rubio hizo, aquel acto inocente paso desapercibido para el peliazul, que había caído en los brazos del sueño casi inmediatamente, también causado por lo cómoda y agradable que era la enorme cama aquella.
Tuvo un largo sueño, pero del que no recordaba nada, era extraño, pues solía recordar todo aquello que soñaba, ya fuese bueno o malo, pero en aquella ocasión no fue así, al contrario, fue como si hubiese estado en negro durante horas.

Al despertar abrió lentamente los ojos, encontrándose con el rubio de frente, el cual aun tomaba su mano. Un pequeño rubor se coló en sus mejillas, mientras que se preguntaba si había pasado toda la noche así, tomados de la mano.
Se separó, deshaciendo el agarre de las manos y se incorporó un poco, estirando todo el cuerpo y bostezando de forma perezosa. Su azulado cabello estaba algo desordenado, colándose más cabellos rebeldes por su pálido rostro.

Tras estar algo más consciente se giro hacia el rubio, que continuaba durmiendo. Paso una de sus manos por el rostro ajeno, acariciándolo con la yema de los dedos con cierto cariño, debía de admitir que se veía bastante adorable así, aunque despierto fuese un total incordio.
‘Le debo estar cogiendo cariño…’ pensó, pero rápidamente y sonrojado negó con la cabeza; ‘¡Imposible!’ se pateo mentalmente, apartando la mano lentamente.

Aún dormido se encogió y movió ligeramente la cabeza, y al notar que la mano que agarraba gruñó de forma leve, quejándose en sueños de que le hubiera soltado. Ahora tomó la postura de bocarriba metiéndose una mano bajo la camiseta y dejándola apoyada en su torso, levantándose la prenda hasta encima del estómago. Estaba teniendo un sueño agradable en comparación con sus seguidas pesadillas que ya estaba más que acostumbrado.-Vi...- empezó a hablar, pero se calló, despertándose en seguida e incorporándose algo sobresaltado y ruborizado, tras transcurrir algunos segundos volvió a tumbarse girando la cabeza y viendo al peliazul despierto a su lado.

-Buenos días...- dijo con voz ronca y cogiendo una almohada y tapándose la cara con ella, sin querer despertarse del todo.-¿Que hora es?- preguntaba perezosamente dejando la almohada a un lado y llevando nuevamente la mano bajo la camiseta y rascar su torso y luego su estómago, dejando escapar un bostezo que tapó con la mano libre.-Si tienes hambre...o quieres ducharte o lo que sea puedes pedirle al mayordomo que te traiga lo que deseas.. te hará caso.- se frotó ambos ojos durante largos segundos aun estando más en el mundo de lo irreal.

Se fijó en el peliazul, y por un momento se le quedó mirando, pensando en todo lo que había sucedido el día anterior, le costaba recordar con claridad algunas cosas... pero si se acordaba de los besos con claridad, inconscientemente se pasó un dedo por los labios recordando el momento y ruborizándose nuevamente apartando la mano y mirando nuevamente al otro.

No contestó a ninguna de las preguntas que le hizo, simplemente se había quedado medio embobado mirando al rubio, tras unos segundos giró el rostro y miró a su alrededor. Había oído bien como decía su nombre en sueños, este hecho le hizo bufar suavemente, bufido que escondió en un suspiro mañanero, la parte racional de su caóticamente estaba llamándole para que se largase de una buena vez de allí y se dejase de tontear, porque sabía que a la larga solo le traería contratiempos, especialmente sabiendo que el rubio era compañero suyo de clase y una de las normas del peliazul era no hablar más allá de lo necesario con sus compañeros, pero por culpa de quien estaba tumbado a su lado esa normal se estaba quebrantando.

Movió la cabeza de nuevo y giró la cabeza para mirarle. Sin pensárselo mucho se volvió a tumbar a su lado y escondió el rostro en el costado del torso ajeno, pasando sus brazos en torno a este. Sí, por las mañanas aun su celebro no trabajaba con claridad, así que su parte irracional tomaba las riendas del asunto.

- No preguntes… - fue lo que dijo estando de esa forma agarrado al rubio. Supuso que era normal sentirse bien al estar abrazado a alguien, aunque comenzaba a sospechar que se sentía bien no por le hecho de estar abrazado a alguien, sino al estar abrazado a esa personal en especial. - … por las mañanas hago cosas raras.

Sonrió leve cuando se vio abrazado por el otro, llevando una mano pasando primero hasta la cabeza ajena y empezó a acariciar sus cabellos, enredando algunos en sus dedos.-Duerme de nuevo... si quieres.- murmuró bastante contento y moviéndose un poco para poder abrazarle también, pegandole aún más a su cuerpo. Era una sensación agradable y seguro que estaba siendo uno de los mejores despertares desde hace mucho, mucho tiempo.

-¿Dormiste bien..?- preguntó apoyando los labios en la coronilla de Viper y acurrucandolo hacia él, queriendo sentir un poco más su calidez, quería sentirlo algo más cercano a él. Ronroneó a gusto volviendo a besarlo en la misma zona de antes, a veces odiaba ser tan cariñoso por las mañanas pero mientras fuese con el que estaba a su lado.-Tengo sueño..- balbuceó soñoliento cerrando los ojos nuevamente. Si así eran todos los despertares con el peliazul desearía que se quedara a dormir cada día.

Poco a poco se separó de él, descendiendo para quedar cara a cara y lo abrazó mejor, ahora cogiéndole de la cintura y apoyando su rostro en el cuello ajeno, si, realmente estaba jodida y asquerosamente cariñoso esa mañana. Bufó a la piel ajena y besó esa parcela de piel de manera dulce.-Mh...- y se quedó quieto, su respiración daba contra la piel pálida del ajeno.

Al verse en ese nuevo abrazo tan estrecho contuvo la respiración durante unos segundos para luego soltar todo el aire de sus pulmones de golpe, en una especie de quejido/suspiro.
De golpe sentía su corazón latir con demasiada y molesta fuerza, hecho que le provocó una mueca de enfado, por suerte, el rubio no podía ver su expresión de desagrado por sentirse así.
Pero a diferencia de querer separarse del abrazo, lo que hizo fue estrecharlo por su parte también, sintiendo la calidez del cuerpo ajeno contra el suyo propio.

Tampoco ayudaron los besos que comenzó a repartir por su cuello, ni sentir su respiración contra la sensible piel de esa zona. Suspiró de forma un tanto sutil, notando como sus mejillas se sonrojaban y un escalofrió le recorría toda la columna vertebral desde abajo hacía arriba.

- Hm.. Belphegor… - Susurró escondiendo el rostro en el hueco del cuello ajeno, intentando mantenerse sereno.

-¿Si?- preguntó algo atontado por haber escuchado su nombre salir de los labios ajenos.-¿Te pasa algo?- murmuró contra la piel suave y atrayendolo un poco más hacia él, quedando completamente pegados ambos cuerpos. Era totalmente diferente dormir con Viper que con Rasiel... totalmente distinto, con su gemelo llegaba al agobio pero con el peliazul le daba igual que estuviera así.

-¿Quieres hacer algo hoy?..- volvió a besar su cuello tiernamente, separandose nuevamente de él y apoyando su frente con la ajena, mirándole fijamente con los ojos entrecerrados. El tiempo parecía pasar lento pero no le molestaba en absoluto, deseaba que lo que quedaba de fin de semana pasara lentamente y sin prisas, quería aprovechar el tiempo que estaba con el otro. Su corazón latía rápido y violento, amenazaba con salirse de su pecho en cualquier momento.-Haremos todo lo que quieras tú hoy...- decía sonriendo levemente. Quería con todas sus ganas que se sintiera a gusto y que se fuera el domingo de esa casa contento y con un buen recuerdo.

Estaba seguro que su hermano y su madre aún seguían durmiendo... ya que acostumbraban a levantarse bastante tarde, los únicos despiertos eran ellos dos y los sirvientes que estaban limpiando y entretenidos en las cocinas, seguramente preparando una variedad de desayuno para estar siempre listos.

A causa de la cercanía de sus cuerpos podía notar el corazón ajeno golpear con fuerza. Ese hecho le hizo sentirse un poco más aliviado y menos estúpido por estar tan alterado por aquella posición tan intima que tenían.

- No sé que podríamos hacer… - susurró contra los labios ajenos, a los cuales lentamente se había acercado peligrosamente tras la nueva posición. Sus rostros estaban demasiado cerca el uno del otro y la tentación era demasiado grande como para no responder a ella.
Tras titubear durante unos segundos si debía o no, terminó por optar por besarle de nuevo. Era un beso lento y pausado, quería disfrutar de los labios ajenos y de su suavidad, mientras que sus manos acariciaban la espalda ajena. A pesar de la lentitud de dicho beso, este se tornaba sensual y casi rozando lo erótico, no tenía pensamiento de profundizarlo más allá del roce de sus labios, que era lo que deseaba sentir en aquellos momentos. Pegando su pecho al del rubio, para que sintiese como el corazón del peliazul también latia con fuerza.

Sin esperarselo ni siquiera, correspondió al beso con lentitud sin profundizar el beso y adaptándose al ritmo del peliazul. Acariciaba los labios ajenos con fogosidad y a veces atrapaba el labio inferior con sus propios labios y lo lamía humedeciéndolo. Ladeó la cabeza para tener más espacio para besar al otro más ansiosamente, las caricias de su espalda no ayudaban a que intentase controlar el beso, el rubio pasó sus manos por los cabellos de su compañero de clase y apoyando las dichas lo empujó levemente provocando que fuera algo más ansioso el beso.

Su cuerpo de buena mañana respondía a toda clase de sensaciones, y se volvía más sensible a cualquier tipo de tacto o gesto como ahora. Las manos que presionaban la cabeza del peliazul pasaron a su rostro, tomándole de ambas mejillas y acariciándoselas sin romper el beso, estaba demasiado ''desesperado'' por decirlo de alguna manera. Las palpitaciones del otro hicieron que no se sintiera extraño por estar en las mismas situaciones, aunque no entendió el porque de que el corazón de Viper estuviera así, tan...nervioso, excitado o entusiasmado. No llegaba a comprenderlo del todo.

Algún que otro leve gemido escapaba de su garganta sin controlarlos demasiado, pero reaccionó y se apartó levemente de él, depositando un corto beso antes de mirarle sonrojado y con los ojos entrecerrados.-Mejor parar...- susurró acariciando sus labios con el pulgar de una mano.

Soltó un leve bufido de desaprobación al verse separado de aquel beso, debía admitir que el rubio besaba bien, asquerosamente bien y eso no lo había dejado pasar, aunque hubo notado cierta ansia en el otro, reacción que le hizo sonreír levemente en su mente. Ciertamente no quería pasar, mayormente por una razón de peso que comenzaba a molestar bajo las sabanas; sí, se había excitado solo con aquel beso, que tampoco es que fuese muy puro o casto.

Apartó la mirada ciertamente abochornado, como queriendo disimular el pequeño problema que tenía, pero posiblemente sus sonrojadas mejillas y el sutil brillo de sus orbes azules le delataban, por no contar la cercanía de sus cuerpos, que a esas alturas el rubio se debería de haber dado cuenta de ello.

- Esta bien… - susurró suavemente cerrando por completo los ojos y dejando escapar una especie de suspiro casi quejido de sus labios, que estaba completamente rojos debido al beso. En cierto punto se sentía bastante imbécil, ¿Por qué demonios se había excitado con un simple beso que ni si quiera había llegado a ser con lengua? Tampoco le había tocado más allá del cabello y las mejillas, pero así se encontraba, como un maldito desesperado y ansioso pervertido. 'Menuda faena, ya podría haber pasado en otro momento' se decía a si mismo mentalmente, mientras mantenía los ojos cerrados en un intento de que su problemita se marchase solo.

Realmente ver la expresión del otro le provocaba y mucho, se le veía tan... deseable que tuvo que apartar su mirar del rostro ajeno, no quería asustar al peliazul tampoco. Aunque, hubo algo que si que le asusto, una cosa endurecida bajo las sabanas y no podía ser otra cosa que Viper... sus mejillas se sonrojaron violentamente y miró con los ojos muy abiertos al otro.-Dios...- murmuró suspirando y besando la mejilla ajena.-Como estas...- sin avisar ni siquiera descendió sus manos acariciando el bulto de su compañero.

-Que sensible eres.- sonrió levemente metiendo la mano bajo la tela y tomando el miembro viril del peliazul con algo de nervios, era el primer hombre que tocaba de esa forma y aparte del morbo que le daba le resultaba ciertamente extraño. Con el sexo palpitante atrapado en su mano empezó a masturbarle lentamente y cada vez que le parecía a él aumentaba la velocidad sin un tiempo fijo. De mientras atrapó nuevamente los labios ajenos besándolos algo más ansioso que antes, y atreviéndose a introducir la lengua en la boca de Viper, saboreó toda la cavidad del otro y atacó la lengua del otro queriendo jugar con ella y acariciándola con la punta.

Él mismo estaba empezándose a excitar por la idea de tener ''así'' a su compañero de clase, escuchar y notar su respiración era placentero, la mano libre acariciaba el vientre con suavidad recorriendolo y haciendo dibujos imaginarios queriendo escuchar al otro ya. Acarició la glande unas cuantas veces con el pulgar y siguió masturbando toda la extensión del miembro.

Enrojeció de golpe, aun más si es que sus mejillas se lo permitían al oír las palabras del rubio, se había dado cuenta, cosa que era de esperar, pues n bulto así no era fácil de ocultar y menos con la cercanía que tenían.

-Es tu culpa… - farfullo sintiendo como una de las manos de Belphegor se adentraban entre su ropa interior y agarraba su miembro excitado entre sus manos, acto que provocó en el peliazul un largo siseo placentero. También se le hacía extraña aquella situación por más vueltas que le diese. Hacer aquello con un compañero de clase era demasiado ya, ¿Pero que iba a hacerle? Su cuerpo reaccionaba y debía de calmarlo, ya fuese él mismo y el rubio.
Se entregó al ansioso beso con gusto, dejando morir dentro de este los gemidos que estaban saliendo de sus propios labios a causa de la masturbación a la que se estaba viendo sometido. Apoyó sus manos en los brazos ajenos, apretándole suavemente pero con firmeza suficiente para hacerle entender que no lo estaba haciendo mal del todo para ser la primera experiencia homosexual que seguramente estaba experimentando Belphegor.

Cuando el aire comenzó a faltarle, rompió el beso, apenas separando los labios escasos milímetros, sin dejar de jadear y gimotear contra estos. Una sonrisa picara se dibujo en sus labios mientras que le miraba fijamente a los ojos que se ocultaban tras su rubio flequillo.

- No… esta mal. – murmuró como pudo relamiéndose los labios y volviendo a gemir de forma sensual.

El rostro del rubio también estaba notablemente enrojecido al estar haciendo eso al peliazul, era muy bizarra la situación... hace apenas unos días ni se interesaban el uno por el otro y ahora estaban así, así. En la propia cama y Viper totalmente a su merced, era muy, muy difícil resistirse a la tentación, sus hormonas de adolescente reaccionaban y por más que intentaba no abalanzarse al otro le costaba como si fuese una odisea.-Supongo que gracias...- susurró lamiendo los labios del peliazul, notándolos húmedos.

Hizo más rápidos sus movimientos con la mano, era extraño tocar a un chico y aunque fuese la primera vez estaba disfrutándolo demasiado para ser sinceros. Mordisqueaba los labios ajenos y de vez en cuando también se le escapaba un gemido por su propia excitación, la mano que masturbaba al otro temblaba ligeramente al ser la primera vez que hacia eso y culpa de como empezaba a sentirse.-Quiero escucharte más... por favor.- decía contra los labios ajenos, acariciándolos con suavidad y haciendo que sintiera cosquilleos.

Deslizó la mano que acariciaba el vientre hasta el rostro de Viper, acariciando todos sus rasgos maravillado y algo embelesado por su aspecto y expresiones, era la primera vez que alguien le hacía atontarse de aquella manera con tan solo su aspecto, sus movimientos... mejor dicho su propia existencia que parecía que nunca le iba a cansar. Ojala algún día pudiera decirle todo eso, pero simplemente su orgullo no le dejaba, era demasiado cursi todo.

Sentía como la mano de Belphegor temblaba, seguramente del nerviosismo que tenía, pero no le dio mucha importancia a ello, al menos mientras no fuese molestó.
Continuaba gimiendo tal y como se lo había pedido, de forma sensual, dejando ver expresiones realmente eróticas a ojos ajenos. Sus labios brillantes y enrojecidos, estaban entreabiertos, peligrosa y provocativamente cerca de los del rubio, como buscando un beso que nunca llegaba.

Sin que se diese cuenta, Viper fue deslizando sus manos hasta la entrepierna de Belphegor, agarrando con ambas manos su miembro, el cual también estaba bastante despierto.
-Notó que también.. n-nh, bastante duro.. – susurró volviendo a dedicarle esa sonrisa picara mientras abría los ojos y le miraba, con esa mirada azul que brillaba de puro placer.

Comenzó entonces un vaivén similar al que se estaba viendo sometido por las manos ajenas, demostrándole lo que él mismo estaba sintiendo por su culpa. A pesar del leve temblor causado por el inminente orgasmo en el que se iba a ver, la firmeza de sus manos no desapareció.
Volvió a atrapar sus labios en un ansioso beso para acallar los sonidos que estaban haciendo, temía que alguien les escuchase, a pesar de que Belphegor le había dicho que nadie lo haría pues aun dormian